La Universidad de Málaga (UMA) tiene una fuerte tradición en Supercomputación que se remonta a la década de los 90 donde los ordenadores paralelos se utilizaban principalmente para la investigación en paralelización de aplicaciones de cálculo intensivo.
Fue en 1997 cuando se instaló el primer supercomputador dedicado exclusivamente a la ejecución de aplicaciones científicas por parte de los investigadores de la UMA. Se llamaba «Picasso», una máquina SGI Origin 2000 que dio servicio ininterrumpido durante 10 años.
A lo largo de los años, este superordenador se ha ido actualizando (hasta alcanzar la configuración actual con 40.000 núcleos), al mismo tiempo que el centro se ha ido involucrando en más temas. Destacan por ejemplo que el SCBI es uno de los nodos fundadores de la Red Española de Supercomputación (2006) y es fundador de la Plataforma Andaluza de Bioinformática (2007)
En la actualidad, las instalaciones de supercomputación que dan soporte a la actividad investigadora están compuestas por un conjunto heterogéneo de nodos de computo con diferentes características para dar cabida a cualquier tipo de cálculo (nodos con GPUs, con procesadores Intel o AMD, con hasta 2TB de RAM,…).
Los gestores y administradores de supercomputación también asesoran a los usuarios sobre problemas de cálculo o procesamiento de datos, así como sobre el uso óptimo de las herramientas disponibles a nivel de hardware y software.
